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LECTURAS VOL.4

Carla Crespo

Carla Crespo es actriz, performer, Dj, Licenciada en Artes Combinadas (UBA) y docente de actuación de la UNA. Trabajó con destacadxs directores de reconocimiento internacional (Lola Airas, Emilio García Wehbi, Milagros Mumenthaler, Diego Lerman, Federico León, Cristina Banegas, entre otrxs), con los que realizó prolongadas temporadas teatrales en su país. Con varios de esos proyecto también participó en diversos festivales teatrales y cinematográficos en América Latina, Europa, y Australia. Paralelamente a su desarrollo en las artes escénicas, se formó en diferentes disciplinas de movimiento (animal flow, yoga, danza contemporánea). En los últimos años se dedica a investigar el trabajo entre texto y sonido, fusionando herramientas de mezcla y edición musical, con materiales verbales de diversa índole. Fue nominada a los premios Condor de Plata, Clarín (cine y televisión) y Luisa Vehil (mejor actriz de teatro). Obtuvo mención en los Premios !Teatro del Mundo” y !Coral” de La Ha- banna.

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Cruce de frontera

 Doce años, o trece recién cumplidos.

​

Son las siete y pico de la mañana de un día frío, helado. Acabo de salir de mi casa, caminando, con la intención de ahorrar dinero. Decido no tomar más el colectivo que me llevaría en cinco minutos (diez a más tardar) a Capital. Me impongo caminar ese trayecto, todas las mañanas de la semana, para llegar a esa esquina en la que me encuentro con mis cuatro compañeras de colegio y así guardarme el dinero del boleto. Son las primeras expresiones de una incipiente economía personal. ¿Qué otras posibilidades tengo, además? ¿Cómo podría de otro modo torcer el curso de lo dado hacia algo en lo que puedo deliberadamente intervenir? En esos años, la pregunta no tiene respuesta definitiva, todo se trata de pruebas, de ensayos, de justificaciones provisorias. Todo está en permanente mutación, hasta el cuerpo (o principalmente él), y las ideas no logran establecerse como masas compactas, legitimadoras, sino que están formadas por una sustancia resbaladiza, esponjosa y esquiva. Al cabo de unos meses, descubro la materialidad común que tienen “ahorro” y “esfuerzo”, pero esta comprobación no me tumba ni me deprime, al contrario. Me da un ánimo casi religioso para continuar en mi propósito. Esos pesos extra tienen el sabor de lo conquistado a contrapelo, son prácticamente contraculturales.

 

Ahora tengo ocho años y es domingo.

 

Voy de la mano de mi abuelo. Hace menos de dos horas que terminamos de almorzar, en nuestra casa de Ciudadela, y estamos emprendiendo el camino que nos lleva a la casa de mis otros abuelos. El momento de cruzar ese mamotreto de madera y hierro, el puente de las vías que nos lleva a Liniers, es el más entretenido. Es muy alto, da un poco de miedo, pero ir de su mano me protege de casi todo. Llegamos y la alegría es inmensa. Mis primos me esperan con todos los juguetes desplegados y por unas horas no soy más hija única. Mis abuelos se escapan rápidamente al comedor diario y empiezan su larga partida de barajas. Cuentan los puntos con intrigante método: unos porotos blancos. La expresión de mi abuelo: “ungoro, ungoro”, contando las cartas, se graba en mi cabeza como un resto gozoso de lenguaje… junto a, por ejemplo, el misterioso “azulunala” de la canción patria.

 

Y ahora tengo otra vez trece. No, mejor catorce.

 

Soy una niña bonita, desarrollada. Habiendo cumplido con mi horario matutino de clase, me separo de mis compañeras y parto hacia mi cita. Paso a buscarlo furtivamente por el local de música donde trabaja, en la galería, vendiendo discos, y después de un par de precisas indicaciones, lo espero en un cruce de esquinas. Cuando lo veo venir, siento taquicardia y una mezcla combinada de terror y orgullo. ¿Habremos caminado de la mano? Lo dudo, pero sé que juntos llamamos la atención, que somos provocativos, quizás hasta un escándalo, y eso es sin duda un detalle a favor. Después de pasar por el cine, las terminales de colectivos derruidas, los locales berretas de videojuegos y los bares de mala muerte, llegamos a Provincia. Calma, chatura y casas bajas. Nos detenemos en un umbral y nos damos besos. En paralelo, mientras disfruto de su boca, practico mucho las posiciones de la lengua; trato de entender rápidamente qué conviene más. Intento correrla en el momento justo, para que no choque contra los dientes. El placer también implica técnica, cierta pericia. Lo entiendo a través de esas prácticas concretas. Al rato, volvemos a caminar, retomamos el camino que nos lleva a mi casa. Tenemos algunas horas, la casa va a estar vacía. Quién sabe qué haremos, qué pasará. Desconozco cómo comportarme en estos casos. Será cuestión de estar tranquila. Un cruce no es cosa sencilla. O sí. Ya veré.

Marco Spaggiari

Nació en Buenos Aires en 1994. Es actor, director, productor teatral, ilustrador y maestro nacional de artes plásticas.
En paralelo con el Magisterio de Cerámica Fernando Arranz, comenzó sus estudios en Teatro a la edad de 13 años.
En actuación: con Matías Feldman y Santiago Gobernori, Norman Briski, Cristina Banegas, Elvira Onetto. Actualmente con Jorge Eiro
Trabajo en obras de teatro como intérprete: "La Alambrada" obra que participó en el FIT(Festival Internacional de Teatro) edición Cádiz, España. (2007/2009). "Horario de Descarga" obra que participó en los festivales Ciudad Danza (2012) y Nova Danza Brasil en Brazilia (2013). "Manifiestacion" de Clara Bretón (2021/2022). "Hermanes Ruses" para el INT en Tecnópolis (2022). "Sopa de Conejo" en Microteatro (coautoría) (2023) "Manuel Belgrano en el mundo de Zamba" en Tecnópolis (2023). "Rey David" de Tomas Pedersen. (2024) "Titubiante" Tomas Pedersen (en cartel)
Cómo asistente de dirección trabajó en las obras: "Íntimos" de Cristina Banegas (2018/2019) y "Juana de Arco y Dios" (2023) 
Cómo productor realiza un ciclo mensual de escenas cortas de terror llamado "MalFlash" en Animal Teatro, dónde se desempeña también en los roles de dramaturgo, director y actor (22/23).
Como intérprete en cine participó de cortos estudiantiles tanto de la UNA como de la FUC: "Dos Corazones" de Ana Bauer (2022) "Tela de Araña" de Juan Morgenfeld (2023) "Detrás de la Realidad" (2023) serie web y en televisión participó de un bolo en la serie SuperNova de Amazon Prime Video (cap 3) de Ana Katz (2021)
"Sentimientos Verdaderos" de Lucrecia Borges, estreno en el BAFICI edición 2024
Participación en 4 cortos del canal de Youtube "VideoClub" de Tomas Pedersen (2023).

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Cuatro son los dedos que usaste
Despedida amarga, la cama desecha y los suspiros que no oís
Tal vez hubiera entrado un quinto, para eso estaba
Para la mano toda. 
Repetís que nunca lave un plato. Pero me palmeas la espalda
Bro
Asperezas
Esperanzas obreras, más morbo que amor
Tres horas en colectivo.  Cuatro la visita
La S que no pronuncias, las muelas pulidas 
Y mi alma entregada a tu ignorancia elegida
Primaveral.
Me decís que no sos puto
Que sos coge putos
Y te reís.
Te faltan algunos dientes y años de niñez 
¿Te das cuenta que estamos rotos? Te digo
Y miro la ventana. Mamá plantó ese jazmín
La naturaleza voyeur.
Cuatro son los dedos que usaste,
Y yo manché las sábanas heredadas.
Las sábanas que contienen aquellos hijos
engendrados en el nunca.
En ese nunca que sería siempre con vos
¿Venís después de la obra?
No, tu familia te espera.
Yo tengo que regar el jardín.

​

LECTURAS VOL.3

JULIAN GUIDI

Bailar sobre el abismo: una lectura de Julián Guidi sobre la mirada, el cuerpo, el riesgo y el límite en La Wagner de Pablo Rotemberg 

Julián Guidi se desempeñó como adscripto en la cátedra de Estética del Departamento de Artes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Fue investigador en el proyecto FILOCyT: “Régimen escópico, cuerpo, lenguaje y política en la literatura y las artes latinoamericanas contemporáneas” radicado en el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr. Amado Alonso” de dicha facultad. Formó parte del proyecto de investigación “Extranjería en la literatura argentina” en el Instituto de Desarrollo Humano de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Actualmente integra los proyectos de investigación “Nuevas voces, estéticas, formas textuales.
Cartografías de los sistemas de géneros en la producción cultural latinoamericana
reciente” del mismo instituto y “La experiencia estética en el contexto del arte y la
reflexión estética en Latinoamérica” en el Instituto de Historia del Arte Argentino y
Latinoamericano “Luis Ordaz” de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

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En febrero de 2022 se publicó el libro de artículos de crítica académica Régimen escópico y experiencia. Figuraciones de la mirada en la literatura y las artes. En esta compilación de las docentes e investigadoras Alicia Montes y María Cristina Ares de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, se halla el artículo “Bailar sobre el abismo. La mirada obstinada en La Wagner de Pablo Rotemberg”, en donde Julián Guidi propone problematizar una serie de figuras del límite que exponen la relación del erotismo con el riesgo, se rigen por una visión (neo)barroca y se hallan en una zona de las estéticas caníbales

La cultura contemporánea está marcada por dominantes epocales que hacen visible la crisis de los paradigmas de pensamiento logocéntricos y de las estéticas oculocentristas, cuya vocación totalitaria fue el panóptico absoluto, que han caracterizado a Occidente a partir de la Modernidad. Este desplazamiento en la perspectiva coloca como punto de fuga la precariedad del cuerpo, al mismo tiempo que la pluralidad de sentidos que lo constituyen. Ahora bien, el abandono de la mirada absoluta, omnividente, y el corrimiento a la opacidad del cuerpo y su fragilidad implica una política antihumanista que se vincula con la creciente desconfianza en la razón y el antropocentrismo. Este movimiento tiene como correlato la valorización de la común animalidad de lo viviente y trae aparejada la preeminencia de una percepción encarnada, limitada y atravesada por el tiempo. Por ello, el acento se coloca en lo que fluye, muta, deriva y se encuentra entregado a un devenir sin telos. Se consolida, así, un régimen estético que redistribuye igualitariamente los cuerpos según una lógica difusa (fuzzy logic) centrada en la multiplicidad y el multivalor y cuyos procedimientos están singularizados por la ambivalencia. De esta manera, emerge en primer plano el deseo, el exceso, la expansión de límites, el juego de espejos, el rizoma, la paradoja, el quiasmo, la metalepsis y otras formas características del carnaval (neo)barroco. En este sentido, los trabajos académicos que forman parte de esta publicación colectiva tienen como eje central la relación entre mirada, experiencia y cuerpo en la literatura contemporánea, sobre todo argentina, y las artes.
El libro puede descargarse de manera gratuita en la página web de la editorial Argus-a, mediante el siguiente link:

Regimen escópico y experiencia - Figuraciones de la mirada y el cuerpo en la literatura y

LECTURAS VOL.2

CAMILA CASTRO CHIESINO

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Soy estudiante de la carrera de Licenciatura en Artes de la Escritura, en la
Universidad de las Artes. Actualmente colaboro escribiendo sobre literatura en
el Blog ‘’Libro de arena’’ perteneciente al Programa ‘’Bibliotecas para armar’’ del
Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
Me identifico como una escritora de narrativa, pero hace algunos años que
estoy experimentando con poesía. Principalmente, escribo para no olvidar.

ANSIEDAD

​

Me desarmo,
Cual libro viejo.
Como aquellos que he leído
repetidamente.
Como aquellos
Con los que mi madre,
En un acto de amor
Ha empapelado mi vida.
Me deshojo,
En la espera púrpura
De algo.
Quizás, mi consuelo,
Sea confiar en que el viento,
Arremoline y junte mis pedazos,
Para no perderme del todo.

27


(A Ana Albarellos)

​

Tengo un hueco en el pecho
que me absorbe y
me deja
hecha un punto
en el espacio
suspendida
en otra parte.
Ahí también
te sigo extrañando.

De Junio

​

Secas, las hojas cayeron
al pasto, privandolo
de sol.
Antes brillaba fresco,
verde.
Corren aires trágicos
y ella se fue, 
con el otoño.

Escribo

​

Porque ya no me quedan rincones,
ni cajones,
ni bolsitas,
ni recovecos,
donde dejar dormir un rato
a los pichones que gritan en mi cabeza.

Osvaldo Lamborghini - El niño proletario. RECOMENDACIÓN de Camila Castro Chiesino

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OREXLLANO

LEANDRO ORELLANO

 

Nacido en Buenos aires en 1984. Es actor, dramaturgo y director de teatro. Sus últimas obras son “Mientras muero imagino huevos que se pudren” y “TODO MAL” estrenada apenas un mes antes del comienzo de la pandemia. 

​

SONRIENDO EN EL GANGBANG

 

 

 

Estoy tirado en el sillón mirando porno, cuando suena el teléfono y es mamá.

 

Mamá llama mientras miro porno duro, hardcore, donde cinco negros con pijas como longanizas, revientan a una pendeja vestida de colegiala que sonríe mientras la revolean de acá para allá, y la insultan y la escupen y la arrastran por el piso...

 

¿Qué hacés má, todo bien?

 

Sí hijo, todo bien… Va, no sé, no sé si todo bien…

 

Y se me pone a contar.

 

Que se le rompió el televisor, y lo que le va a costar el arreglo.

Y que se le rompió el lavarropas, y lo que le va a costar el arreglo.

Y que tiene que pagar el seguro del auto y la patente y la oblea y lo que le va a costar todo y que, qué desgracia…

 

¿Dónde estás, má?

Que no sabe bien.

 

Que salió con el auto y se subió a una autopista, y que está manejando por la autopista, mientras me llama y se da cuenta que su vida no tiene sentido.

 

Que su vida no tiene sentido, repite mamá mientras yo sigo mirando a los negros en el video, que ahora bailan agarrados de las manos, con sus longanizas rebotando alrededor de la cabeza de la pendeja que se rie y se revuelca en el medio de un charco pringoso...

 

¿Para cuándo un nieto? me dice.

 

¿Para cuándo un qué?

 

Para cuando un nieto. No te hagas el imbécil.

 

Que se dió cuenta, que un nieto es lo único que podría darle sentido a su vida, y que si no le prometo un nieto en este mismo instante, va a pegar un volantazo y se va a hacer mierda contra el primer auto que venga de frente.

 

NO SE HABLE MÁS, digo.

 

Si lo que quiere es nieto, va a tener nieto.

 

Y le hago prometer que no va a hacer ninguna locura hasta que la llame de nuevo y le confirme lo del nieto.

 

Dicho esto, la voy a buscar a mi compa que está trabajando en la compu.

 

Como estuve toda la tarde mirando porno, tengo los testículos hinchados como dos bombas termobáricas a punto de estallar, por lo que el asunto de la concepción no debería resultar difícil.

 

¡Salí estúpido! me dice mi compa, que me ve venir al palo y me adivina la intención.

 

Que no tiene ganas.

 

Yo le explico lo de mamá. Que si no le damos un nieto, amenaza con matarse chocando con el auto. Y le explico que es la única mamá que tengo y que quiero hacer las cosas bien.  Que quiero ser un buen hijo, y un buen padre, y que quiero hacer las cosas bien.

 

Pero ella me dice que no joda. Que no tiene ganas. Que el asunto de tener un hije es algo que se tiene que consensuar con detenimiento y planificación.

 

¿Pero, qué detenimiento y planificación se pueden tener con la vida de una madre pendiendo de un hilo?

 

No estoy dispuesto a aceptar un no por respuesta, y como tengo las pelotas como dos celdas repletas de negros amotinados haciendo disturbios, vuelvo a acometer en mi intención procreativa.

 

Que se me entienda: no soy un retrógrado. Ni soy violento.

 

Es que de pronto, se me ponen muchas cosas en juego y todo este asunto de la paternidad me tiene un pelín movilizado.

 

Hago lo que tengo que hacer.

 

Confirmado el nieto, le aviso a mamá.

 

El acto está consumado. La naturaleza hará el resto a su debido tiempo.

 

Vamos a tener un pibx, para que mamá pueda encontrarle sentido a la vida.

 

Y al pibx lo vamos a sacar bueno. Bien adaptado, como a mamá le hubiera gustado que yo fuera .

 

Su primer chiche, va a ser un teléfono.

Un teléfono de verdad, nada de pelotudeces de juguete.

Con su propia cuenta de Instagram, de twitter, de twitch, de tik tok, de todo.

Para que se acostumbre a mirar la vida a través de la pantalla.

Para que acostumbre los ojitos y los deditos a la pantalla.

 

Y su primera pilcha, va a ser la camiseta de Messi.

Le vamos a cortar el pelo como Messi, le vamos a poner los botines de Messi, la barba de Messi y lo vamos a llevar a la plaza para que pueda jugar a Messi con el resto de pendejos vestidos de Messi y no se sienta excluido.

 

Y le vamos a comprar un auto para chicos, de esos que andan de verdad, nada de boludeces a pedal. Un auto a batería, de esos que andan posta, para que pueda pisar el pedal a fondo y pistear con los otros pendejos de plaza que también tienen autos a batería y puedan jugar al tráfico y aprendan a putearse y estresarse por las autopistas de la imaginación, y así estén listos para salir a putearse y estresarse por las autopistas del mañana.

 

Y como todos los pendejos de la plaza andan calzados con armas de juguete, le vamos a comprar un chumbo de juguete.

Un buen chumbo de juguete.

Y una ametralladora de juguete.

Y granadas de juguete, para que se defienda.

Para que pueda cagarse bien a tiros y devolver los disparos que los otros pendejos vestidos de Messi le van a tirar con sus ametralladoras de juguete, desde sus autos a batería.

 

Y cuando tenga hambre lo vamos a llevar a Mcdonalds, porque Mcdonalds me encanta.

Va a tener Mcdonalds y cocacola hasta que reviente.

 

Hasta que el ácido fosfórico de la coca cola le deshaga los dientitos de leche y le crezcan los otros y se le deshagan los otros y le pongamos prótesis y se le deshagan las prótesis y le pongamos otras, y así las veces que haga falta, porque lo que importa acá es que el pibe sienta la vida de verdad y coca cola es sentir de verdad.

 

Y le vamos a poner Disney, para que aprenda del mundo.

 

Disney channel, Disney plus, Disney radio, Disney IG, Disney Max.

Le vamos a poner Fox que es de Disney, Marvel que es de Disney, le vamos a poner Nat Geo que es de Disney (para que aprenda de la naturaleza) y le vamos a poner Star Wars que es de Disney, para que se acostumbre, para que cuando salga al mundo se pueda desenvolver tranquilo con los otros pendejxs de sus edad, que también viven en el mundo de Disney.

 

 

Y ASÍ SOÑAMOS MIENTRAS ESPERAMOS QUE EL TIEMPO PASE.

 

Y EL TIEMPO PASA.

 

Y LA VIDA SE DESARROLLA MAGNÍFICA EN SU ESPLENDOR

 

 

Y el pibx nace y lo filmamos. 

Transmitimos en vivo, porque la vida es vida si se transmite en vivo y porque si no se transmite en vivo, la vida no es.

 

Filmamos cada segundo de su vida y le mandamos los videos a mamá, para que cada vez que quiera, pueda disfrutar del nieto de manera asincrónica desde la pantalla de su celular.

 

Porque mamá no viene a verlo.

 

Porque para venir a verlo, tiene que cruzar la ciudad en auto.

Y que lo que cuesta la nafta,

y que además, se le volvió a romper la tele,

y se le volvió a romper el lavarropas,

y que, para qué va a venir hasta acá, si al nieto lo puede ver tranquilamente desde el celu.

 

Y el pibx crece,

y su primera palabra es Disney.

Y su segunda palabra es Messi.

No sabe decir papá, pero dice Mickey Mouse.

Y su cuarta palabra es streaming.

Y rechaza la teta pero dice coca cola.

 

Y enseguida aprende a pedir, y lo primero que pide es coca cola.

Y lo segundo que pide es Mc donalds.

Y lo tercero que pide es Marlboro.

 

¡Pero carajo, ¿de dónde sacó Marlboro?! No importa, si quiere Marlboro, va a tener Marlboro.

 

Y el pibx  empieza a hablar fluido.

Y cuando empieza a hablar fluido, empieza a pedir fluido.

 

¿Y qué pide?

 

Pide Disney.

 

¿Disney Max? ¿Disney plus?

 

No, no. Disney-Disney, Epcot center, Magic kingdom, Disney-world.

 

Nos pide ir a Disney.

 

Y cuando pide ir a Disney, le decimos que le pida a la abuela, que nosotros no podemos llevarlo, que no tenemos plata.

 

Pero la abuela tampoco tiene plata. Y el pibx aprende el desprecio, y nos insulta.

 

Eres un inepto, me dice en neutro, porque el pibx solo habla en neutro.

 

Eres un inepto y un fracasado, me dice.

 

Que su vida no tiene sentido.

 

Que se dió cuenta que ir a Disney es lo único que le daría sentido a su vida.

 

Y que si no le prometemos llevarlo a Disney en este mismo instante, se va a subir a su auto a batería, va salir a la calle, y se va a hacer mierda abajo del primer auto de verdad que pase.

 

NO SE HABLE MÁS, le digo.

 

Si el pibe quiere Disney, va a tener Disney.

 

Y mi compañera se ríe y dice:

¿Con qué lo vas a llevar a Disney, infeliz? ¿Con lo qué ganas como técnico?

 

Y yo le digo que ya va a ver, que ya va a ver le digo…

 

Salgo a la calle con determinación, pero la verdad es que estoy perdido.

 

Estoy dispuesto a todo, pero no tengo idea de qué hacer.

 

Lo único que puedo pensar es que mi compañera tiene razón.

 

Que el pibx tiene razón.

 

Que mamá tiene razón.

 

Que soy un absoluto fracaso.

Que fracasé como hijo, como compañero y como padre.

Que fracasé como actor, como dramaturgo y como director.

Que voy a seguir toda la vida precarizado, laburando gratis para la programación del festi.

Que para lo único que sirvo es para trabajar de técnico y que voy a tener que subirme a una escalera hasta que se me pulvericen las rodillas, porque ni jubilarme voy a poder, ya que ni aportes tengo.

 

Y mientras pienso esto, me acuerdo de la pendeja del gangbang y pienso, claro, yo tendría que ser asi como esa pendeja, que se aguanta los pijazos y los desventuras de la vida sin chistar, sin dejar nunca de sonreír ni de mirar a cámara.

 

Pero no se si puedo.

No sé si me la banco.

 

Miro la calle, y siento que lo mejor que podría hacer, es correr hasta la avenida y tirarme abajo del primer auto que pase.

 

Y mientras considero esto detenidamente, en la vereda de enfrente veo un cartel que dice: Coti-llón.

 

Coti-llón, dice un cartel deslucido y amarillento, y algo que no puedo explicar que es, me conmina a ir.

 

Cruzo hasta el negocio y  la señora que atiende me ve tan mal que pregunta ¿cómo andan las cosas por casa? Y yo le digo “bien” pero debajo de la sonrisa, me tiembla la pera y advierte que miento.

 

Como me transmite algo que no se que es, me pongo a contarle.

Le suelto todo, y ella me escucha.

 

Y no puedo evitar que me caigan las lágrimas, y lloro, lloro.

Lloro inconsolable.

 

Ella me escucha, me presta atención y mientras me escucha, me convida un té para calmarme.

 

Y cuando estoy más calmado, de abajo de un estante saca una caja de cartón y la apoya en el mostrador.

 

Adentro de la caja hay una careta.

 

Una careta de Mickey.

 

Abajo de la careta, un chumbo.

 

Reviso el chumbo, es de verdad, está cargado.

 

¿Qué se supone qué haga con un chumbo? ¿Qué se supone qué haga con un chumbo cargado y una careta de Mickey?

 

Pero la señora no dice nada.

 

No hacen falta palabras.

 

Me besa la frente y me pone la careta.

 

Salgo a la calle.

 

Afuera chispea.

 

Ojalá mamá hubiera tenido este tipo de gestos conmigo.

LECTURAS VOL.1

Poema dedicado a León Auchterlonie

CAMILA CASTRO CHIESINO

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Iba soñando y me tropecé con vos,
Te quedaste ahí despertándome
Abriendo mis párpados con tu recuerdo
Hundiendo el dedo en la última frase de aliento,
retorciendo tu sonrisa en esa visita onírica.
Y me senté en la cama.
 
Te escribo desde el barro,
Ese que me dejó agosto en los pantalones;
Desde la inocencia que perdimos;
Hacia un espacio suspendido
Dónde estás vos,
Tus medias de colores,
La punta de la lengua apenas asomada
Adelantándose al chiste,
El sánguche recalentado
Los viernes a la tarde.
¿Entras hoy?,
Nos vemos en la plaza.

Del Riacho

Todos los días es lo mismo; pongo un disco de Billie Holiday con la esperanza
de que su voz reordene mis ideas, juegue entre las tenciones; abro la ventana
espero que una ráfaga invernal congele mi ansiedad; me sirvo una copa de vino
me siento frente a la computadora y nada.
Hace dos meses que no puedo escribir, no por una falla mecánica, mis manos
funcionan bien; pero ando desorientada y no logro concentrarme; siento que
con cada gota de alcohol en gel se me diluye la imaginación y las ganas de
contar se me van destiñendo entre los litros de lavandina que uso por semana.
Parece que al único al que no le ha cambiado la vida el encierro es a Marcial; ya
está acostumbrado a pasar todo el día en casa, su única diversión es
contorsionarse al rayo de sol en la terraza, mordisquear el aloe-vera y después
vomitar escondido entre las macetas. Admiro esa capacidad que tienen los
gatos de ser felices con algo tan sencillo como eso.
‘’Un poco de aire no le hace mal a nadie’’ me convenzo; me clavo la campera
verde; mi bufanda de lana prestada; agarro las llaves y abro la puerta. Mientras
bajo las escaleras me doy cuenta de que me olvide el tapabocas, me cuesta
acostumbrarme al nuevo uniforme, subo a buscarlo medio hinchada las pelotas,
me siento como esos viejos que no quieren aceptar que el mundo cambia y que
si no te acoplas te pasan por encima.
Ya armada con todo el equipo me lanzo el encuentro de la musa del riacho. Voy
por Palos, siempre voy por ahí y no encuentro razón para cambiar de camino
justo hoy, quiero reproducir las viejas rutinas lo más intactas posible. El viento,
que es parte de la identidad del barrio me revuelve el pelo; bajo mis pies crujen
los vestigios del otoño y el sol me obliga a entrecerrar los ojos; como si me
reprochara que hace tiempo no lo tomo; Las veredas me parecen más altas que
antes y por un momento desvío mi atención; me dejo llevar por el fantasma del
recuerdo y ahí estoy caminando de la mano con mi viejo rumbo a la fábrica de
alpargatas para comprarme zapatillas, porque ahí salían más baratas; por esos
años yo le decía papá, ahora le digo viejo, cuando uno crece por alguna razón
necesita marcar la diferencia; quizás porque no queremos aceptar que cuando
hay humedad, a nosotros también nos duelen las articulaciones.
Cruzo la Madrid y veo a lo lejos el agua; a mi lado, como todas las noches
mamá me pregunta que cuento quiero oír, y yo le pido, le ruego que por
enésima vez me cuente la historia del tranvía, que una mañana de neblina de
1930, cayó a las aguas de riachuelo, porque no pudo advertir que el puente
estaba levantado. Había algo en esa tragedia, que llamaba a mi curiosidad

infantil, quizás lo macabro de esa muerte entre la niebla, entre lo borroso de la
existencia me reclamaba.
Llego a la orilla; mí bisabuelo Bartolo solía bañarse en estas aguas; me invade
un poco la envidía; el imaginario del riachuelo para mi generación oscila entre
la muerte y el miedo a lo desconocido de sus entrañas; me gusta ver cuando
baja el agua y descubre el barro lleno de basura, me da la sensación de que es
en esos momentos donde puedo encontrar la verdad de la milanesa. Apoyo mis
manos sobre la baranda, el metal le avisa a mis dedos que están vivos; con los
ojos fijos en La Isla Maciel aspiro, embebo mis pulmones, los impregno con el
olor familiar de este brebaje que es el riachuelo.
No hay caso, no se me cae una idea; pero como extrañaba este pedazo de
agua estancada.

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NADIA SANDRONE

Nadia Sandrone es artista escénica y poeta. Licenciada en Actuación por la U.N.A. Le interesa investigar el cruce entre la poesía y el teatro. Actualmente se encuentra trabajando en el herbario poético y sonoro "Al ciervo de los pantanos", en “Muy Bodas de Sangre” un biodrama trágico, con dirección de Vivi Tellas y en “La rana del Ibicuy” obra de su autoría. Tiene Fe en la Poesía

AmanteNadia Sandrone
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“Más de dos hacen un CLUB, les digo, así fundas todo lo que te importa”

Claudia del Río

 

 

explotó el calefactor cuando haciamos el amor 

abandonó la estampida un domingo de lluvia 

la calle era un río plateado 

la bruma no me dejaba distinguirme a mí misma 

di brazadas en la obscuridad

y cayó polvo de oro 

cuando me agache a buscarlo

me encontré mi rostro 

pregunté 

¿qué pasa en la madrugada? 

fui corriendo hasta el escuadrón de bomberos

nada

ni un alma por avenida rivadavia 

explotó el calefactor cuando haciamos el amor 

por suerte o por desgracia 

la claraboya del sentido

abierta de par en par las puertas 

se fugó la combustión

de la mano con mi apellido 

no soy yo la que lo digo

el viento corría a cientos de kilómetros por hora 

en miami todo inundado 

yo en bolas 

¿a estas horas buscando una panadería?

me gritó un fantasma desde la otra cuadra 

el sueño que se repite desde los seis años 

en bolas por las avenidas

se hizo poema en este acto 

no soy yo la que lo digo es el ritmo

que lo dice conmigo 

que me susurra cosas al oído

en tiempo presente continuo: 

que les pregunte a ustedes 

si acaso alguno sabe 

cuáles son las cosas importantes 

porque todo está tan confuso últimamente 

hace un rato vino la combustión 

de la mano con mi apellido 

y un amigo 

plantaron un árbol tuvieron un hijo 

leyeron un libro

y yo todavía buscando un trabajo digno

un diamante escondido

el viento corría a cientos de kilómetros por hora

en miami todo inundado

en paraguay todo inundado 

en misiones taraferos infantes

cortan la yerba con la que tomamos mate 

 

 

 

Esta economía afectiva de época

el emoji como sustancia

tu piel: hiel y distancia

otra vez se quedó el auto en la ruta

 

esta decimonónica mascarilla acertada

capaz de cubrir mil sentimientos

con solo una mirada

otra vez el agujero negro

brillante ondulado y traicionero

 

este corazón confundido y ensincopado

espiando el deseo del de al lado

baje cine mil escalones y no encuentro

donde guarde el poema

que escribí a los dieciséis años

 

Ay vidita mía corazoncito mío

ay!

que no te agarre la muerte galopando

sin haber hecho algo extraordinario

 

Ay vidita mía, corazoncito mío

ay!

tengo un montón de espacio en la memoria

para aprenderme todas las obras clásicas

escritas en la historia

 

del amor me se los versos de Vilariño

de Gombrowicz y de Lorca

vengo escribiendo desde el SXIX

tengo puestos guantes de terciopelo verde

 

Yendo a la heladera me encontré con el lenguaje

me escape con el de la casa de mis padres

de Zárate

de Ibicuy

y me estoy yendo ahora también

 

Vengo recorriendo cordilleras

del mar traigo la fuerza

lo que no se todavía

es para quien carajo es este poema

 

Ay vidita mía corazoncito mío

ay!

que no te agarre la muerte galopando

sin haber amado extraordinario

 

 

vi un salvavidas roto en el agua y pensé:

todas aquellas cosas personas 

que me salvaban están rotas también 

roto el corazón 

rota la cabeza

los dientes rotos 

el espíritu roto 

pude rotar el timón de la embarcación 

deje que me guíe el deseo y la fe

tuve que reconstruir 

ladrillo a ladrillo 

el castillo de barro

que se me desmoronó encima 

una vez 

dos veces 

tres veces

cien 

estoy de pie

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